Sembrando el Mensaje del Salvación para la Cosecha Final!

NUESTRA VIDA INTIMA!






He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. (Salmos 51:6-RVR 1960)Todos los seres humanos gozamos de una vida intima, aquellas zonas o áreas reservadas para las personas más allegadas o simplemente para nosotros mismos. Pocas personas nos conocen en la intimidad, sólo un circulo generalmente muy cerrado puede hablar con propiedad de quienes somos cuando nadie nos ve. En algún momento en la historia nos convencimos de que aquel espacio íntimo es de propiedad personal y por lo tanto podemos usarlo para lo que queramos – al fin y al cabo nadie nos ve -. Es curioso advertir como algunos hogares en público aparentan ser ejemplares, pero en la intimidad hay irrespeto, maltrato y abuso. Muchas parejas de novios en la iglesia tienen un gran testimonio e inclusive sirven en algunos ministerios pero en su intimidad participan de caricias o actos no aprobados por Dios fuera del matrimonio, y otros casos, son los mismos líderes quienes ante la congregación fingen una vida perfecta pero en su intimidad toman dinero incorrectamente, visitan sitios no apropiados o son presa de pasiones y tentaciones ocultas.

La intimidad no es para usarse como queremos, de acuerdo al plan perfecto de Dios, esta intimidad es la que nos permite reforzar nuestra relación con Dios. Nuestro hacedor ama tener intimidad con nosotros, El nos conoce en lo secreto y sólo allí, en la intimidad, cuando nadie nos ve y nuestro corazón está desnudo delante de Él, es que podemos conocer a Dios. Lo íntimo es lo único que tiene validez, lo íntimo es lo único certero, lo íntimo es lo único confiable y esa intimidad es la que Dios busca y aprovecha para mostrarnos sus propósitos.
Usemos nuestra íntimidad para vivir lo que predicamos y dar ejemplo. Empleémosla para todo lo honesto, puro y lo de buen nombre, recordemos que en aquellos momentos que nadie nos ve, los ojos del Todopoderoso están sobre nosotros y sólo de nosotros depende que Dios pueda acercarse a nosotros o que rompamos toda intimidad con Él a raíz de nuestros actos. Recordemos que si cuidamos nuestra intimidad no habrá dedo acusador; es simplemente imposible pretender ser seguidores de Cristo cuando íntimamente, a cuarto cerrado le negamos con nuestros actos, pretendiendo que Él no lo nota. La intimidad es la mejor oportunidad para honrar a Dios de manera transparente y genuina.
Al igual que muchos de nosotros, el rey David intentó vivir una intimidad deshonesta, pero sintió como sus huesos y todo su cuerpo envejecían, presa de una vida falsa y la ausencia de intimidad con Dios. Si como en el caso de David, quizá hay cosas en tu vida íntima que te impiden tener una relación perfecta con Dios, hoy es el día para renunciar a ellas y vivir de manera transparente en una comunión real con Dios. No es fácil, pero todo lo puedes en Cristo que te fortalece.La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto. Salmo 25:14

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