Sembrando el Mensaje del Salvación para la Cosecha Final!

julio 2016



Como Abraham, nosotros debemos creer las promesas de Dios, pero preferimos los resultados inmediatos. O que las cosas sean a nuestra manera. Pídale al Señor que le dirija, y espere en Él. Lo que Él haga quizás no sea lo que usted quiere, pero será siempre lo mejor

Una joven con su Biblia orando a Dios

Salmo 27.14

Nuestra cultura es una sociedad de “lo inmediato”. Gracias a inventos como la computadora y el microondas, estamos acostumbrados a los resultados rápidos. Un ritmo acelerado no es necesariamente malo, pero debemos evitar buscar siempre la realización inmediata de las cosas, sin esperar el tiempo de Dios.

Este problema es muy anterior a la era de la computación. En Génesis 15.4, 5, Dios le dice a Abraham que, aunque él y su esposa Sara eran demasiado viejos para tener hijos, de él nacería una gran nación. Abraham le creyó a Dios, pero pronto decidió tomar el asunto en sus manos. Se llegó a Agar, la sierva de Sara, para que ella pudiera tener el hijo prometido (Gn 16).

Es probable que Abraham justificara su decisión, al pensar que el Señor quería que tuviera un hijo. ¡Puesto que era imposible tenerlo de otra manera, eso era seguramente lo que Dios quería que hiciera! Pero no era así. Abraham tuvo que cargar con las consecuencias de sus acciones: celos, resentimientos y hostilidad entre Sara y Agar. Estos problemas, a su vez, crearon después más dificultades, tanto a corto plazo como a lo largo de la historia.

Pero el Señor fue fiel, y catorce años después Sara tuvo un hijo. Pero las consecuencias de la decisión de Abraham de ignorar el plan de Dios están todavía con nosotros. Los dos muchachos llegaron a ser padres de dos naciones que siguen en conflicto hasta el día de hoy.

Como Abraham, nosotros debemos creer las promesas de Dios, pero preferimos los resultados inmediatos. O que las cosas sean a nuestra manera. Pídale al Señor que le dirija, y espere en Él. Lo que Él haga quizás no sea lo que usted quiere, pero será siempre lo mejor.

Abraham no esperó que Dios le diera un hijo, sino que tomó las cosas en sus manos. Su decisión de no esperar el tiempo y el método de Dios revelan varias cosas acerca de él.

Primero, fue impaciente. Segundo, dudó. Aunque creía que Dios le daría un hijo, al pasar el tiempo sintió que se le estaba yendo la oportunidad. Tercero, fue orgulloso. Abraham quería que las cosas se hicieran a su manera, y creyó que la de él era muy buena. Por último, fue egocéntrico.

Al actuar sin la dirección del Señor, Abraham mostró que esperaba que la voluntad de Dios girara alrededor de él. En realidad, estaba saliéndose del plan del Padre celestial.

Cuando decidimos manipular las circunstancias o el tiempo de Dios, vemos estas mismas cosas en nosotros. Lo que debemos hacer es esperar en el Señor, quien tiene un plan y un método, que fluyen de su amor y su sabiduría. Dios sabe qué es lo mejor, y nuestra tarea es buscar su dirección y depender de Él.

A veces, sabemos lo que Dios va a hacer, pero no estamos seguros de que actuará. Otras veces, no estamos seguros del resultado. Sin embargo, podemos tener la confianza de que Dios nos ama y que Él es todopoderoso. Si entendemos de verdad quien es el Señor, podremos confiar en Él; y si lo hacemos, podremos esperar por su tiempo perfecto.

Dios hace una promesa, la fe la cree, la esperanza la aguarda. y la paciencia espera tranquilamente su cumplimiento. ¿Tiene usted suficiente confianza en el Señor para esperar con paciencia su tiempo y su voluntad?

Charles Stanley 




Dios nos prueba porque quiere obtener lo mejor de nosotros, pero un error muy común es confundir las pruebas de Dios con el maltrato humano. Entiende esto, Dios no le dice a nadie: “Anda, lastímalo, humíllalo, golpéalo y abúsalo, porque quiero ver qué hace y cómo reacciona”. ¡No! Dios no es sádico, ni violento ni agresivo. Dios no se deleita con el dolor y el sufrimiento.
Dios no nos prueba con destrucción, muerte y violencia, ni con abusos sexuales. ¡Estas no son pruebas de Dios! Dios no es perverso. Dios no se saca la bronca con nosotros.
No permitas que Satanás te engañe y que enseñanzas ignorantes te hagan ver a Dios como alguien violento y agresivo. Dios es Padre. Ama, consuela, protege, bendice, soporta nuestras torpezas, ¡y jamás nos maltrata!
Dios nos prueba de otras maneras. Por ejemplo, nos da una palabra para corregirnos. Una palabra fuerte, una palabra de reflexión para que cambiemos de rumbo. Nos habla duro pero con amor, no para “retarnos” sino para que cambiemos nuestra manera de vivir.
Nos deja sin poder espiritual. Cuando nos ponemos testarudos o rebeldes, Dios nos dice:“Está bien, seguí adelante, pero vas sin mi poder”. Nos estancamos, no avanzamos, hasta volver a Dios.
Usa las consecuencias de nuestras decisiones. Dios nos advierte: “Si haces esto te va a pasar esto otro”. LaBiblia está llena de ejemplos con respecto a esto (Sal.1:1-3, Mt.6:14-15). Pero cuando obedecemos la Palabra nos alejamos del fracaso y maduramos.
Usa las circunstancias diarias, familiares, personales, laborales, económicas, sentimentales o espirituales. Y por medio de esto Dios prueba nuestra fe y la mejora. Y cuando superamos la prueba nos damos cuenta que crecimos, que maduramos (Stg.1:2-3).

¿Por qué nos miramos tanto en el espejo? Según estudios la mayoría de la veces, es para aseguramos de vernos bien sobretodo cuando vamos a reunirnos con otras personas, tenemos una cita o simplemente vamos de salida a algún lugar. Si algo se ve mal, queremos percatarnos de ello para arreglarlo. ¿No tiene sentido mirarse al espejo si no queremos acomodar algo?
(Santiago 1:22-24) nos afirma: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era”.
La mejor alternativa es mirar pausadamente y actuar conforme a lo que vemos. Posteriormente santiago declara: «Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace» (1:25).
De nada nos sirve oír la palabra de Dios si no hacemos nada, nos engañamos a nosotros mismos.  En cambio cuando nos examinamos, cuando meditamos en su palabra que nos revela la verdad y obedecemos sus instrucciones, reconociendo que debemos morir a las apariencias y llevar una vida real caminando con el Señor, Jesús nos libera de todo lo que nos impide parecernos cada día más a Él.
¡Ya no más espejito, espejito!

La Biblia es el verdadero espejo que nos permite vernos como Dios nos ve.




No te rindas, que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, abrir las esclusas, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor, no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se acalle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque yo te quiero, porque existe el vino y el amor es cierto, porque no hay herida que no cure el tiempo.
Abrir las puertas, quitar los cerrojos, bajar el puente y cruzar el foso, abandonar las murallas que te protegieron, volver a la vida y aceptar el reto.
Recuperar la risa, ensayar un canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida, remontar los cielos.
No te rindas, por favor, AMIGO , no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se acalle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.
Porque cada día es un comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento, porque tienes alas y puedes hacerlo, porque no estás solo y porque yo te quiero.




Anoche soñé que estaba en el Cielo y que un Ángel me servía de guía para mostrarme los alrededores. Caminaba lado a lado a través de un largo salón de trabajo lleno de Ángeles. Mi ángel guía se detuvo enfrente de la primera sección y dijo:

\"Esta es la sección de \"Receiving\". Aquí todas las peticiones hechas a Dios en oración son recibidas. Miré alrededor del área, estaban extremadamente ocupados y eran tantos los Ángeles sorteando las peticiones de todas las partes del mundo que quedé impresionado. 

Luego pasamos a través de un largo corredor hasta que llegamos a la segunda sección. El ángel me dijo entonces: \"Esta es la sección de empaque y despacho\". Aquí, la gracia y las bendiciones que fueron solicitadas por las personas, son procesadas y entregadas a aquellos seres vivos que las pidieron. Noté cuan ocupados estaban allí también. Habían muchísimos Ángeles trabajando muy duro, eran muchas las bendiciones siendo enviadas a la tierra. 

Finalmente, en el punto más lejano del corredor nos detuvimos en una puerta de una sección muy pequeña. Para mi gran sorpresa, había solo un ángel sentado allí, y con muy poco que hacer. \"Este es el cuarto de confirmación de recibo\", me informó el ángel. Parecía un poco apenado. 

- ¿Como es que hay tan poco trabajo aquí?, le pregunté. 
- \"Muy triste\", suspiró el ángel. 
\"Luego de que las personas reciben las bendiciones que solicitaron muy pocos envían la confirmación de recibo de vuelta\". 
- ¿Y \"Como se debe confirmar el recibo de una bendición?\" Le pregunté al ángel.

- \"Muy simple\", me contestó. 
\"Solo tienes que decir \"Gracias, Dios\". 
Le pregunté al ángel: 
- ¿Y cuales deben ser confirmadas? 

- \"Si tienes comida en tu nevera, ropa con que vestir, un techo y un lugar para dormir... eres más rico que el 75% de este mundo.\" 

\"Si tienes dinero en el banco, en tu cartera, y monedas sueltas en tu alcancía, estás en el 8% de la riqueza del mundo.\" 

\"Y si recibiste este mensaje en tu propia computadora, eres parte del 1% en el mundo que tiene esa oportunidad.\" 

Además. 

- \"Si te levantaste esta mañana con más salud que enfermedad... tu estás más bendecido que muchos que no llegarán ni siquiera a sobrevivir este día...\" 

\"Si nunca has experimentado miedo en una batalla, soledad en encerramiento, la agonía de la tortura, o el dolor de morir de hambre... estás sobre 700 millones de personas de este mundo. 

\"Si puedes asistir a una iglesia, sin miedo a sufrir hostigamiento, arresto, tortura o la muerte... eres envidiado por eso y más bendecido que 3 billones de personas de este mundo. 

\"Si tus padres están aún vivos y aun están casados... eres un caso raro.\" 

\"Si puedes mantener tu cabeza en alto con una sonrisa, no eres normal... eres único a todos aquellos en duda y desesperanza\" 

- OK. ¿Y ahora qué? ¿Cómo puedo empezar? 
- Si puedes leer este mensaje, has recibido doble bendición, por alguien que piensa que eres especial y que eres más bendecido que 2 billones de personas que no pueden leer. 

Que tengas un maravilloso día; cuenta tus bendiciones y, si tú quieres, pasa este mensaje a aquellas personas que quieras recordarle la bendición que son, y lo bendecidos que están. 



Solo recuerden que por cada minuto de coraje... perdemos sesenta segundos de felicidad... 

Saludos y Bendiciones. 

\"Ten presente al Señor en todo lo que hagas y el te llevará por el camino recto\". Proverbios 3,6

¿Quién de nosotros, en una noche particularmente clara y estrellada, nunca admirado el cielo y nunca he tenido una sensación de vértigo ante la inmensidad del universo? De hecho esta inmensidad supera todo lo que la mente humana pueda concebir.
A simple vista, se puede ver sólo unos miles de estrellas, pero los científicos estiman que existen en el universo, miles de millones de miles de millones. Sin embargo, la Biblia dice que Dios no sólo conoce el número exacto, pero les da a todo un nombre. Esto confirma la infinita grandeza y majestad del Creador, pero tal vez lo que nos lleva a inferir que Él es un Dios que es distante y desinteresado en nosotros, pequeños seres. La respuesta? Es un absoluto que no, porque si seguimos leyendo el mismo salmo en el versículo 3, leemos: “El sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.” Por lo tanto, ustedes que tienen el corazón roto por las pruebas de la vida, pide a Dios. Él, así como el Creador de todo el universo es también TU AMIGO listo para sanar tu corazón roto.




Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado”. Salmos 34: 19-20
En mi vida no recuerdo haber visto tantas situaciones tan difíciles como las que he sido testigo los últimos meses. Estamos frente a unos tiempos llenos de tribulaciones   y de aflicciones indescriptibles.
Por donde voy encuentro personas que están pasando por duros momentos económicos, familiares, laborales y espirituales. Es difícil para mi ser testigo de lo que esta ocurriendo, mas cuando me siento incapaz de poder hacer algo por cambiar lo que nosotros mismos hemos provocado.
Es que no podemos hacernos el del ojo pacho y creer que esto que estamos viviendo es “un castigo de Dios”, Dios siempre ha sido el mismo de ayer, es el mismo hoy y será el mismo mañana. Somos nosotros los que nos hemos olvidado de su justicia, de ser justos delante de El y con esto alcanzar su libertad.
Si todo el mundo entendiera que necesitamos humillarnos ante Dios y reconocer nuestra total dependencia de El, como dirían en nuestro país: “otro gallo cantara”. Pero la realidad es otra. Estamos frente a una generación que no depende de Dios, aun nosotros mismos, llamados cristianos, no estamos dependiendo TOTALMENTE de Dios, y realmente todo esto es una lastima, pues tarde o temprano ese hecho nos pasara factura.
Frente a todo lo que estamos viviendo y de lo cual estamos siendo testigos Dios me llevaba a reflexionar en el pasaje que leímos al inicio, en donde la primera frase dice así: “Muchas son las aflicciones del justo”.
Ahora bien, ¿Que significa justo? Entre las definiciones que nos regala el diccionario de la lengua española están:
1. Que obra según justicia y razón.
2. Que vive según la ley de Dios.
Me quedare con la segunda definición: “que vive según la ley de Dios”. Si bien es cierto hoy no vivimos conforme a ley sino conforme a la gracia de Dios, pero eso no quiere decir que tenemos que desviarnos del propósito de nuestra vida el cual tendría que ser agradar a Dios en TODO, y esto es igual a ser JUSTO.
La Palabra de Dios en los versículos que leímos nos menciona que muchas son las aflicciones del justo, pero la segunda frase nos llena de aliento y nos dice: “Pero de todas ellas le librará Jehová”.
Eso quiere decir que no importa cuales sean tus aflicciones, si ERES JUSTO Dios te librara de todas ellas.
La pregunta seria: ¿Estaremos siendo justos?, si yo te preguntara lo siguiente: ¿Quieres ser librado de tus aflicciones?, rápidamente y sin dudarlo me responderías: “SI QUIERO”, pero la respuesta la tenemos TODOS y no se trata solo de una respuesta hablada, sino mas bien de una vida que agrade a Dios.
La Clave de ser librado de todas las aflicciones es: SER JUSTO.
Ser justo tiene que ver con llevar una vida que agrade a Dios, una vida que aun con sus errores y defectos anhele por todos los medios de ser transformado por el poder de Dios para ser delante de El como un olor grato.
Y es que para ser justo solo se necesita vivir como Dios manda y eso TODOS los sabemos, pero aun cuando lo sabemos, NO QUEREMOS HACERLO.
Amados hermanos, estamos viviendo unos tiempos en donde necesitamos urgentemente buscar la justicia de Dios, en donde ya no valen las excusas para tratarnos de justificar de nuestra falta de justicia. Dios anhela ver un pueblo que se decida a buscar la justicia a ser justos con Dios y por ende con TODO mundo.
Dios quiere librarte de todas tus aflicciones, no importa que nombre tengan, pero también anhela ver de tu vida, una vida JUSTA, pues la Palabra de Dios es clara en afirmar que muchas serán las aflicciones del justo, pero que lindo saber es que Dios no te olvidara, sino que DE TODAS ELLAS TE LIBRARA.
Valga mencionar que aun cuando eres justo, las aflicciones vendrán, el hecho de practicar la justicia no te dejara exento de las aflicciones, pero tienes que tener la certeza que de TODAS ELLAS te librara el Señor.
¿Qué de aquellos que aun cuando sabemos que la clave de la liberación de Dios frente a la aflicciones es la justicia, pero no la queremos buscar?, ¡Ay! De nosotros.
Es hora de anhelar la justicia, es hora de comenzar a ser justos hasta en lo mínimo, hasta en aquello que nosotros creemos que no es necesario. Dios anhela corazones que anhelen la justicia, porque a dichos corazones no se negara su ayuda.
¿Estas siendo justo?, Examinemos nuestro corazón y ANHELEMOS SER JUSTOS.



La fe es esencial, pues es necesaria para ser salvos. Incluso después de haber aceptado a Cristo, los creyentes debemos vivir por fe. Puede que algunos tengan mucha fe, mientras que otros una fe pequeña. Pero también podemos llegar a poseer una fe que flaquea. La fe genuina es la confianza y la convicción de que Dios hará aquello que nos ha prometido. Sin embargo, si ponemos nuestra mirada en las circunstancias y no en el Señor, puede que nuestra fe comience a flaquear. Todos pasamos por situaciones como esas, pues Dios prueba nuestra fe para fortalecerla


La carta de Santiago contiene consejos prácticos para aquellos cuya fe flaquea en medio de las dificultades (1.1-8). Si dudamos, somos comparados con las olas del mar que se mueven de un lado a otro. Santiago nos enseña que el hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos y no debe esperar recibir nada del Señor. Se refiere a las personas que por momentos sienten gran confianza en Dios, pero al poco tiempo, como consecuencia de las pruebas que enfrentan, comienzan a dudar que Dios cumplirá lo que les ha prometido. Tener preguntas no es necesariamente lo mismo que dudar. Cuando tenemos preguntas sobre algo es porque deseamos aumentar nuestro conocimiento, o queremos comprender lo que hemos escuchado del Señor. Pero cuando dudamos, dependemos de lo que vemos, escuchamos o sentimos, en vez de confiar en la Palabra de Dios. Es normal que tengamos preguntas o que dudemos al enfrentar problemas y dificultades. Nuestro Padre celestial comprende nuestras necesidades


 y desea que acudamos a su presencia con nuestro dolor y confusión. Y espera que dediquemos tiempo a orar, escuchar su voz y meditar en lo que nos dice. En ocasiones, el Señor fortalece nuestra fe al recordarnos su Verdad o la manera en la que nos bendijo en el pasado, mientras vivíamos un evento similar. ¿Por qué dudamos? Sin importar el tiempo que llevamos en los caminos del Señor, hay situaciones que pueden hacer flaquear nuestra fe. n Por circunstancias que contradicen el razonamiento humano. Un buen ejemplo de esto fue la ocasión en la que Pedro caminó sobre las aguas. Tenía confianza al comenzar, pero apenas dejó de mirar a Jesús y puso sus ojos en las grandes olas que lo rodeaban, su razonamiento humano controló su mente y su fe flaqueó. Somos semejantes a Pedro cuando hacemos aquello que nuestro razonamiento nos indica, a pesar de que sabemos lo que Dios ha dicho al respecto. Por ejemplo, pareciera que al dar una parte de nuestro salario al Señor, no tendremos lo que necesitamos. Pero Jesús nos dice: “Dad, y se os dará” (Lc 6.38). Cada vez que nos dejemos guiar por nuestra lógica, perderemos bendiciones de Dios. n Por permitir que nuestros sentimientos dobleguen nuestra fe. Si el Señor nos llama para hacer algo que parece imposible, podemos estar convencidos de que nos capacitará para realizarlo. Sin embargo, si dudamos de sus promesas como consecuencia de nuestros temores, nos perderemos la oportunidad de obedecerlo. Contamos con el poder sobrenatural de Dios, pues el Espíritu Santo mora en nosotros; solo nos pide que le obedezcamos. No hemos sido llamados a vivir con temor, sino a vivir por fe






Había un niño que visitaba a sus abuelos en su granja. Le dieron una resortera para que jugara afuera en el campo. El practicó en el campo, pero nunca pudo darle a su objetivo. Ya un poco desanimado regresó a la casa para la cena. Mientras caminaba de regreso vio el pato más querido por su abuela.
Y como un impulso, él le dejo ir un golpe con la resortera, le pegó al pato en la cabeza y lo mató. El estaba impresionado y consternado. En un momento de pánico, el escondió el pato muerto entre una pila de Madera, en ese momento vio que su hermana lo estaba observando. Sally lo había visto todo, pero no dijo nada. Después del almuerzo del siguiente día, la abuela dijo, “Sally, vamos a lavar los platos”. Pero Sally dijo: “Abuela, Johnny me dijo que él quería ayudarte en la cocina. Luego le susurro a él “Recuerdas el Pato?” Así que Johnny lavó los platos.
Mas tarde ese día, el Abuelo les preguntó a los niños si querían ir a pescar, y la Abuela dijo, “Lo siento, pero necesito que Sally me ayude a hacer las compras” Sally solo sonrió y dijo “Bueno, no hay problema porque Johnny me dijo que quería ayudar. Ella susurró nuevamente “Recuerdas el Pato?” Así que Sally se fue a pescar y Johnny se quedó ayudando. Después de varios días en los cuales Johnny hacia tanto sus tareas como las de Sally, el finalmente no pudo soportarlo mas. Él le confeso a su Abuela que había matado el pato.
La Abuela se arrodillo, le dio un abrazo y dijo: “Corazón, Yo lo sé. ¿Sabes? yo estaba parada en la ventana y vi. todo lo que pasó. Pero porque te amo, yo te perdono. Solo me preguntaba cuanto tiempo mas permitiría que Sally te hiciera su Esclavo.”
Queridos hermanos muchas veces ocurren circunstancias en nuestras vidas muy similares a esta y se puede decir que muchas veces hacemos cosas que tratamos que nadie lo sepa por que nos daría vergüenza que nuestros padres, esposas, pastores, compañeros y amigos sepan que hicimos tal cosa y callamos y escondemos faltas  y malos comportamiento por un gran tiempo.
Pero es el mismo enemigo el que causa o nos hace olvidar que aunque escondemos las cosas de los hombres no la podemos esconder de Dios. Son muchas las cosas que hay escondidas que no queremos que nadie se de cuenta que la hicimos, pero no nos damos cuenta que ya Dios lo sabe,  pero cuando esto pasa solo nos podemos dar cuenta de una solo hermanos y es que al pasar esto estamos muy alejados de Dios, estamos alejados del espíritu Santo y nuestra comunión con Dios esta perdida.  Y es que si estamos en comunión, si la relación con Dios esta en buen estado no vamos a caer en faltas delante de Dios y si por algunas circunstancias caemos podemos estar seguros que nuestro espíritu, nuestra alma se va a sentir triste, sucio, sola y abrumada pero si es al contrario vamos a preocuparnos mas de que lo sepa un hombre a que lo Dios.
Si esto ultima acción esta pasando en tu vida te aconsejo que busques el perdón de Dios, que confieres tus faltas con toda sinceridad, que te humilles delante de Dios y le Digas,  reconosco senor peque, reconozco senor falle y tal como soy vengo ante ti humillado, aflijido y arrepentido de todas mis falfas y mis pecados. Has de mi una nueva criatura, DAVID peco, fallo delante de Dios pero se arrepintio y le hizo ver a Dios que estaba arrepentido de haberle fallado y Dios le perdono y le devolvió la paz y el perdón.




Los desacuerdos son una parte natural de trabajar juntos, y los diferentes puntos de vista son cruciales para la creatividad y los procesos de resolver problemas.  Con todo, la fricción originada cuando surgen diferentes opiniones  pueden  causar  dolor innecesario y pérdida valiosa de tiempo y energía.

A veces, la mejor manera de convencer a alguien a su punto de vista, mientras se mantienen abiertas las líneas de comunicación, es con el simple silencio y empezar a enyesar.
Benjamín Franklin aprendió que esparcir yeso en los campos haría crecer las cosas. Se lo dijo a sus vecinos, pero no le creyeron, argumentando que el yeso no ayudaría para nada al crecimiento del pasto ni del trigo.
Pasado un tiempo, que ya se habían olvidado del asunto, se fue al campo temprano en la siguiente primavera y sembró trigo.  Cerca del camino, por donde los vecinos pasaban, trazó algunas letras con su dedo y puso yeso en ellas.
Al cabo de una o dos semanas, la semilla brotó.  Sus vecinos, al pasar por allí, se quedaron boquiabiertos cuando lo vieron.  De un verde más brillante que todo el resto del campo, brotó el mensaje sembrado de Franklin en letras grandes:  A esto se le echó yeso.
¡A Benjamín Franklin ya no le hacía falta discutir con sus vecinos sobre los beneficios del yeso!
La respuesta  a ciertos desacuerdos  quizá esté en dejar de hablar y probar juntos varias soluciones, medirlas y compararlas con las normas, y luego resumir el proceso de selección. Mientras tanto, los temperamentos se enfrían, la objetividad vuelve y pueden surgir nuevas opciones.

La mejor manera de que alguien te agarre por el cuello es que mantengas la boca cerrada.  Anónimo.
Proverbios 15:23
El hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, ¡Cuán buena es !






Cuando nuestra vida se encuentra en medio de dificultad, necesidad, problemas, llega a nuestro corazón esa aflicción, esa angustia que no nos deja avanzar en nuestra vida espiritual, nos roban la paz y la tranquilidad que esta dentro de nosotros, nos roban ese gozo que Dios nos ha dado pues nuestro pensamiento y nuestro corazón están mas enfocados en esos problemas y dificultades por los cuales pasamos.
Pero que lindo es saber que en medio de toda la crisis de nuestra vida hay un Dios bueno y misericordioso que nos ama y que nos dice que no nos va a dejar ni tampoco a desamparar, que el es el que peleara las batallas por nosotros, pues el es el Gran Yo Soy, El Todopoderoso, El es el que tiene el control sobre tu vida, el tiene el control sobre ese problema, sobre esa dificultad económica, sobre ese conflicto familiar, tiene el control sobre ese hijo rebelde. Pues el tiene cuidado de sus hijos y conoce al pie de la letra todas sus aflicciones, sabe en que momento le dará la solución a sus problemas.
Querido hermano y hermana Dios este día te dice que El no te va a dejar solo, que no te va a desamparar, que no te va abandonar y no importa el problema o la dificultad que tengas pues nada es mas grande ni poderoso que El.
Sigue confiando en El, sigue esperando en El, pues pronto llegara esa solución a tus problemas, pronto vendrá ese mar de bendiciones a tu vida, pronto vendrá ese trabajo que tanto quieres, pronto vendrá esa provisión económica que necesitas. Pues el es un Dios bueno y sus misericordias son nuevas cada mañana.
Salmo 37:25
Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.




“Asimismo, Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.” – 1 Pedro 3:18 
Al leer Hebreos 10:1-4 vemos la incapacidad de la ley mosaica para proveer la verdadera expiación por el pecado y el sacrificio de Cristo una vez por todas. La Ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados, porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.” (Hebreos10:1-4). El versículo 4 nos dice que los toros, los machos cabríos, ovejas y otros animales que fueron utilizados, no importa cuán puro y sin imperfección que sean, no puede realmente sustituir a los seres humanos ante Dios porque no están hechos a su imagen y no puede auténticamente representar a hombres y mujeres. 
El Señor ha aceptado los sacrificios de animales de su pueblo bajo el antiguo pacto como una forma de posponer su ira (Levítico 1, 4 y 16), pero los pecados de la gente no se quitaron en realidad por estos animales, pero mostró al pueblo el alto precio de la muerte y que la sangre derramada había que ser paga para cubrir su pecado. Aunque Dios había predicado el evangelio durante siglos previos al nacimiento de Jesús, todavía no comprendieron plenamente que la única muerte que podría pagar por sus pecados sería la muerte del Hijo de Dios en su lugar; pero ellos realizaron que la vida tuvo que ser dada para la expiación. Dios dejó impunes estos pecados en anticipación al día en que los juzgaría en Cristo.“Dios ofreció a Cristo como un sacrificio de expiación, que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados.​​”  (Romanos 3:25)   
El sistema de sacrificios fue instituido no para cubrir el pecado sino para señalar a Aquel que satisface la ira de su Padre en la cruz. Ciertamente, todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. 12 Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios. 13 Allí estará esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.” (Hebreos 10:11-13)
Dios ha ordenado que sólo aquellos con un historial obediente a Él puedan tener vida eterna, sólo los hombres y mujeres que sirven a Dios de manera activa y sumisamente disfrutan de las verdaderas bendiciones de la vida.Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación que produce vida. 19 Así como por la desobediencia de un hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, muchos serán constituidos justos. 20 La Ley, pues, se introdujo para que el pecado abundara; pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia, 21 porque así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reinará por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.” (Romanos 5:18-21)
Tenemos que tener un suplente, que obedeció a nuestro Padre celestial, un sustituto que ha puesto la ley de Dios en práctica perfectamente. Pedro nos dice que cuando “Cristo padeció una sola vez por los pecados,” fue “el justo por los injustos” (1 Pedro 3:18). Jesús no solamente vivió sin pecado, pero fue obediente también. Cristo compró la rectitud que necesitamos para ser restaurados a la comunión con nuestro Padre. Esta justicia se pone en nuestras cuentas y es imputada a nosotros cuando creemos, así que el pacto de la obediencia que nos lleva al cielo no es la nuestra sino la de Cristo. 21 Pero ahora, aparte de la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la Ley y por los Profetas: 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él, porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, 24 y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 con miras a manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús.” (Romanos 3:21-26) 
La vida de Jesús es tan importante para nuestra salvación como Su muerte.Él tenía que ser “verdaderamente justo,” triunfando donde Adán falló. Cristo compró para nosotros la justicia al resistir la tentación y obedeciendo a su Padre en todas las ocasiones (Mateo 4:1-11; 5:17-20; 27:22-23).
Pedro señala a Cristo para ilustrar la nobleza del sufrimiento según la voluntad de Dios, que se consumó en la resurrección. Aunque Cristo era sin pecado y justo, Él sufrió por los pecados de los impíos. Su sufrimiento nos ha traído a Dios y nos hace presentable en función de su muerte expiatoria. A pesar de la muerte en la carne, Cristo fue vivificado por el Espíritu, que nos da una razón para soportar con paciencia nuestro propio sufrimiento.
Tenemos que entender que la muerte de Jesús en la cruz fue un evento de reconciliación. El propósito de la muerte de Cristo era reconciliar a la gente una vez más a Dios. Volvió a iniciar una relación entre Dios el Padre y el creyente a causa de su muerte, ya que aparte de Cristo estamos separados de Dios. Cada persona que nace es un pecador y no parte de la familia de Dios, y la única manera que podemos ser adoptados en la familia de Dios, y llegar a ser Sus hijos es por la fe en el sacrificio expiatorio de Jesucristo. Debemos ser justos para tener una relación con Dios, y Jesús se puso en nuestro lugar en la cruz, porque nosotros merecíamos sufrir el castigo eterno, y Él ofreció Su justicia a nosotros, si la queremos recibir.
Por lo tanto, la justicia es imputada aparte de la ley, con el fin de ayudarnos a entender que no es la ley, pero el perdón que tenemos en Cristo, que nos hace justos ante Dios. Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo, 10 porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” (Romanos 10:9-10)
Fuente: Mission Venture Ministries en Español





Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. ¡Alabadlo, bendecid su nombre!, porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.  Salmo 100
Este salmo es un salmo de acción de gracias sobre, alabanza y conocer a Dios. Es un salmo dirigido a los corazones de hombres y mujeres. Él llama a la alabanza y la acción de gracias y adoración con alegría. No era solamente un llamado a Israel a alabar a Dios, sino para “toda la tierra”(Salmo 1:1). 
Cuando el salmista habla de la adoración, no está simplemente hablando de algo que ocurrió en el Templo de Jerusalén, sino más bien de servicio continuo a Dios. 
Este salmo es tan relevante hoy como lo fue en el momento en que fue escrito. Dios todavía quiere que su pueblo,  “cante con alegría al Señor.” Se estemos reunidos con los santos o estamos sirviendo a Dios en nuestro caminar diario, este servicio, de acuerdo con el salmista, es expresar alegría y júbilo. 
Los cristianos tienen toda la razón para alabar a Dios por Su gran amor por nosotros, por adoptarnos como hijos e hijas a través de Jesús Cristo (Efesios 1:3-14), y este salmo es un llamado a la alabanza. El salmista articula esta convocatoria para alabar con tres directivas: Cantad, servir y venir. En otras palabras, el salmista desea que “toda la tierra” se someta al poder y presencia de Dios. 
Cuando una persona celebra con júbilo al Señor, entonces ellos “sirven al Señor con alegría” (Salmos 100:2). La adoración del salmista refleja una fe de confianza, una vida de entrega y una respuesta fiel a Dios, que debe reflejarse en todos los ámbitos de nuestra vida cada hora del día. Este acto es una renovación de un estilo de vida, en otras palabras, es el reordenamiento de la vida vivida en armonía con las enseñanzas de las Escrituras, para la gloria de Dios. 
El salmista quiere que el pueblo de Dios sepa que Jehová es Dios, porque“Él es quien nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos, somos su pueblo y ovejas de su prado” (Salmo 100:3). Jesús es nuestro Pastor y los creyentes somos su pueblo y ovejas de su prado.
Los salmistas continúa: “Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. ¡Alabadlo, bendecid su nombre!” (Salmos 100:4). Cuando los israelitas entraban en “sus puertas”, este acto de entrar en el área del templo cantando causo a los hijos de Israel a reflexionar sobre sus bendiciones de Dios. Salmos 136 es un ejemplo clásico de un “salmo de acción de gracias” que llama la atención sobre la bondad de Dios. Este salmo comienza así: Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia.” Nosotros también, debemos de reflexionar sobre la bondad de Dios, especialmente nuestro éxodo del mundo de las tinieblas al reino del amado Hijo de Dios (Colosenses 2:13).
Salmos 100:4 intensifica la invitación a entrar en sus atrios con acción de gracias y alabanza. Pero el salmista no se detiene con esta convocatoria. Él da las razones de la ‘acción de gracias’ y ‘alabanza’: “Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones”  (Salmo 100:5). Al igual que este acto de acción de gracias y la alabanza mantuvo los israelitas enfocados en sus responsabilidades para con Dios, así también, el acto de acción de gracias y alabanza ayuda al creyente a mantener las cosas en la perspectiva correcta.  
Tenemos que recordar que la acción de gracias debe ser la actitud del creyente en todo momento porque: La alabanza, acción de gracias y la adoración es una manera en la que expresamos nuestro amor por el Señor. 
“Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5:18)





“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.”
Hay una razón por qué Dios nos dio Su armadura, es para utilizar la cuando batallamos contra el enemigo. Sin la protección de la armadura de Dios, somos indefensos contra el reino espiritual.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad – El cinturón de la verdad en torno a nuestra cintura es vital. Nos protege contra las mentiras y la falsedad que el diablo usa para destruir nuestra fe en Dios y sus promesas.
Con la coraza de justicia en el lugar – Este se refiere al hecho que fuimos colocados en la posición correcta con Dios a través de la sangre de Jesús. Él nos justificó moralmente y nos restauró en los ojos de Dios. La coraza es nuestra justicia a través de Jesucristo y por eso esto protege nuestra parte más vulnerable, nuestro corazón que fue hecho limpio del pecado y puro por la cruz.
Y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz – Nuestros pies son protegidos con zapatos o sandalias y están listos a ir dondequiera que Él nos envíe para extender las Buenas Noticias en la paz. Esto se refiere a nuestro deseo de evangelizar el mundo. Esto no significa que usted tiene que ir al extranjero, usted puede hacer el ministro en su propia vecindad, en su lugar de trabajo o dentro de su círculo de amigos. La próxima vez que usted pone sus zapatos; piense en todos los sitios que ellos tomarán con usted y las oportunidades que usted tendrá para decir a la gente sobre Jesús.
Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. – El escudo de la fe desvía las flechas ardientes del enemigo. Debemos tener fe, por eso el Señor nos equipa con el escudo de la fe para los momentos en que experimentamos la duda. Pon tu escudo por medio de la oración, citando las Escrituras que haz memorizado. Esto es un poderoso escudo contra el enemigo. Lee o repite versos de la Biblia en voz alta si es necesario, porque la presencia de la Palabra te dará la fe para resistir al enemigo.
Y tomad el yelmo de la salvación – El casco guardará tu cabeza y mente del enemigo cuando lo colocamos en nuestra cabeza. El casco era esencial para la supervivencia de un soldado en la batalla. Pablo en la utilización de la palabra “salvación” indica que el casco es una fuente de la liberación total. En Jesús, podemos encontrar la liberación en cada situación, espiritual, emocional, y física. Él tiene que ser nuestra fuente, nuestra guía, nuestra “salida”.
Y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios – La espada del Espíritu, se utiliza para resistir y vencer al enemigo. La Palabra de Dios es un arma potente y poderosa que es más cortante que cualquier espada. Si tu no recuerdas un verso de memoria pregunta y confía en el Espíritu Santo porque Él te dará las palabras correctas para decir.
“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” – Efesios 6:18. La oración continua en el Espíritu nos hace vigilantes. Esta es nuestra línea de comunicación directa con Dios y es reforzada por acción de gracias y alabanza. 
Dios nos equipa con su armadura no sólo para que podemos defender nuestra postura en la lucha, sino que también podemos tener la victoria en Jesucristo.

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