Cuando un problema aparece en nuestra vida muchas veces nos desanimamos y pensamos que no tiene solución. Sin embargo, tenemos que recordar que Dios ha provisto una forma para solucionar todos los problemas en nuestra vida de hecho, Dios quiere sanar nuestra tierra.
No debemos desesperarnos ni permitir que nuestra confianza se tambalee, debemos mirar a Dios por fe y creer que Él está con nosotros aun cuando todo es sufrimiento y dolor.
Entonces ¿Cómo podemos resolver los problemas que se nos presentan día con día? Como ya hemos dicho en el mensaje del día anterior el primer paso que tenemos que dar es humillarnos delante de Dios.
Lo siguiente que tenemos que hacer, es orar y buscar el rostro de Dios. Tal como dice 2 Crónicas 7:14 “Y oraren y buscaren mi rostro” debemos apartar tiempo para caminar con el Señor y tener compañerismo con Él.
No obstante, mucha gente que tiene problemas primero agota sus recursos antes de buscar a Dios. En consecuencia, quedan desilusionados y arruinados. Por otro lado, los hijos de Dios debemos reaccionar ante los problemas y adversidades de manera diferente, Dios es nuestro Padre y nuestro gran y único recurso en esta vida. Él nos ha prometido “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33). Esto significa que la resolución a todos nuestros problemas no está en afanarnos o preocuparnos, sino en buscar el rostro de Dios. Debemos recordar que Él es un Padre bueno que vigila la vida de sus hijos y ve por el bienestar de ellos.
En síntesis, lo animo a buscar a Dios con todo su corazón mientras lee la Biblia, que es la Palabra de Dios, y apartar tiempo para la oración. Oro en el nombre de Jesús que se deshaga toda ansiedad de su corazón y busque a Dios diligentemente
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