Sembrando el Mensaje del Salvación para la Cosecha Final!

Adoracion Verdadera

Antes de comenzar a hablar sobre la adoración debemos conocer el significado de adorar; Según la Real Academia Española, el significado de esta palabra refiere a reverenciar a un ser u objeto que se considera divino. Este concepto también se utiliza cuando se gusta o se quiere algo o alguien extremadamente. Además también se utiliza esta palabra para referir adoración a Dios según el culto religioso que profese la persona.Adorar a Dios es la actividad más noble, elevada e importante que el ser humano puede realizar.
Fuimos creados para eso, y cuando el hombre pecó rompiendo así su relación con Dios, él envió a su propio Hijo con el fin de redimirnos para que pudiéramos ser nuevamente verdaderos adoradores. Ahora bien, cuando nos preguntamos qué es la adoración, encontramos que, como es habitual en la Biblia, ésta no nos ofrece ninguna definición, sino que su forma de enseñarnos es mostrándonos numerosos ejemplos de personas que adoraban a Dios con el fin de que a través de ellos podamos aprender cómo debemos hacerlo nosotros por nuestra cuenta.
Lo primero que observamos en las Escrituras es que un adorador es alguien que tiene una relación personal con Dios al que ama intensamente. Notemos por ejemplo cómo el rey David comenzaba el Salmo 18 expresando su amor a Dios: Te amo, oh Jehová, para inmediatamente después invocarle porque reconocía que es digno de ser alabado (Sal 18:1- 3). Como no puede ser de otra manera, es nuestro amor a Dios lo que nos lleva a adorarle. Aunque, por supuesto, este amor es una pobre respuesta al gran amor que hemos recibido de él (1 Jn 4:10).
Por lo tanto, si la adoración no surge como una respuesta genuina de nuestro amor a Dios, todo lo que hagamos no pasará de ser simples ritos religiosos fríos y secos, carentes de significado, y que de ninguna manera agradarán a Dios.Ahora bien, todos sabemos que el verdadero amor a Dios implica entrega absoluta.
El Señor nos enseñó que para amarle hay que hacerlo con todo el corazón, con toda el alma y con toda la mente (Mt 22:37). Así pues, la adoración genuina implica la entrega de todo lo que somos como una ofrenda de amor. Podemos encontrar una buena ilustración de esto en el sacrificio de los holocaustos que se realizaban en el Antiguo Testamento. La particularidad que tenía este tipo de ofrenda era que el animal se ofrecía completamente al Señor en olor grato, a diferencia de los otros sacrificios en los que se reservaban diferentes partes para los sacerdotes o el oferente (Lv 3:1-9).
Así que, podríamos decir que la adoración es una "ofrenda del todo quemada, donde el adorador no se queda nada para sí mismo, sino que se entrega sin reservas a Dios, consagrándole su vida entera a él.(Ro 12:1) Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Y si meditamos un poco más en esto, rápidamente nos daremos cuenta de que la expresión plena de este tipo de devoción la encontramos en Cristo cuando entregó su vida al Padre en la Cruz:(Ef 5:2) Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
Por lo tanto, adorar a Dios implica también sumisión y obediencia. No podemos adorarle sin haber rendido previamente nuestra voluntad ante él para servirle en todo cuanto nos manda. En la Biblia encontramos dos maneras principales de adorar a Dios: por medio de la oración y también con el canto. No adoramos a Dios para ser bendecidos, pero indudablemente lo somos en la medida en que lo hacemos.
No cabe duda de que a través de la adoración encontramos gozo, bendición, satisfacción y propósito para nuestras vidas.Además, la adoración nos transforma y nos prepara para la vida eterna. Porque ya sabemos que ésta será nuestra ocupación primordial en el cielo, cuando nos unamos al coro de millones de seres que ya le están adorando. Así que, la adoración nos acerca más a lo que seremos eternamente.Y también, en la medida que vamos creciendo en nuestra adoración a Dios, nuestra visión de quién es él se irá ampliando y ensanchando, llegando a conocerle mucho mejor y de forma más personal.
La verdadera adoración está caracterizada de una vida completa de comunicación con Dios, entregando todo lo mejor de cada uno de nosotros, cuando damos nuestro Diezmos y ofrendas, cuando obedecemos, cuando guardamos nuestro testimonio, la adoración debe ser moral, si hay algo en que Dios aborrece es el pecado, debemos estar atentos a no convertirnos en fariseos (Mt 23:27) ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. la adoración debe estar centrada en Dios y en la obra suprema de Cristo en la cruz.
Por: Abdiel Valero

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