“El que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará la sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia.”(Cor.9:10)
En la Isla del Encanto, Puerto Rico, existe un bosque forestal conocido como el Yunque. Se encuentra al Este de la isla y es una de las montañas más altas del país.
Cuando llega la época de lluvia ésta baja por las laderas de las montañas creando una belleza espectacular. Uno de los momentos más hermoso es ver la lluvia corriendo rápidamente a través de los canales más profundos, directos y libres de obstáculos. Pero resulta también interesante observar otros canales que están obstruidos por piedras, ramas o montones de hojas que detienen el libre fluir del agua a través de ellas.
Cuando hablamos de las bendiciones de Dios, podemos decir lo siguiente: Dios usa todo canal, pero hace mayor uso de los canales que están más dispuestos y receptivos. De aquellos que son canales más profundos, directos y libre de obstáculos. Nosotros somos llamados a ser canales profundos y libres de obstáculos para recibir directamente las bendiciones que Dios tiene preparadas para nosotros. Esto es sencillamente maravilloso. Nuestro Señor solía decir:
“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan10:10)
La más grande bendición recibida del Padre, en su Hijo Jesucristo, es el perdón por nuestros pecados. Sabemos que Jesús, al morir en la cruz, en su muerte tomó todos mis pecados y el de la humanidad y le dio muerte y en la resurrección nos dio vida eterna
La más grande bendición recibida del Padre, en su Hijo Jesucristo, es el perdón por nuestros pecados. Sabemos que Jesús, al morir en la cruz, en su muerte tomó todos mis pecados y el de la humanidad y le dio muerte y en la resurrección nos dio vida eterna
Somos salvo por la fe en Jesucristo. La justicia de Dios se da por la fe. Es por eso que el Apóstol Pablo, dice en su Carta a los Romanos: “Puesto que Dios ya nos ha hecho justos gracia a la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Pues por Cristo hemos podido acercarnos a Dios por medio de la fe, para gozar de su favor y estamos firmes y nos gloriamos con la esperanza de tener parte en la gloria de Dios” (Ro 5: 1-2).
También somos llamados a usar los canales que Dios nos ha dado para que sus bendiciones fluyan a caudales y así crecer en gracia y expresar fidelidad a Dios, nuestro Señor y compartir las bendiciones que recibimos de Él. Tenemos el llamado para limpiar canales llenos de escombros, hojas secas y ramas que obstaculizan el buen fluir de las virtudes que Dios ha preparado para nosotros. Hay que remover y mantener el alma limpia (mente, sentimientos, emociones) y fortalecer la voluntad con la “Palabra viva de Dios” y ser guiados por el Espíritu Santo en todo momento.
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